miércoles, 7 de septiembre de 2011

Primero Sueño - Sor Juana Inés de la Cruz

Piramidal, funesta, de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba

de vanos obeliscos punta altiva,

escalar pretendiendo las estrellas (...)

El viento sosegado, el can dormido; (80)

éste yace, aquél quedo

los átomos no mueve,

con el susurro hacer temiendo leve,

aunque poco, sacrílego ruido,

violador del silencio sosegado. (...)

y los dormidos, siempre mudos, peces,

en los lechos lamosos (90)

de sus obscuros senos cavernosos,

mudos eran dos veces; (...)

En cuya elevación casi inmensa,

gozosa más suspensa,

suspensa pero ufana, (...)

la vista perspicaz, libre de anteojos (440)

de sus intelectuales bellos ojos (...)

y a la tiniebla misma, que antes era

tenebroso a la vista impedimento,

de los agravios de la luz apela,

y una vez y otra con la mano cela

de los débiles ojos deslumbrados

a las cosas visibles sus colores

los rayos vacilantes (...)

Llegó, en efecto, el sol cerrando el giro (...)

de orden distributivo, repartiendo (970)

iba, y restituyendo

entera a los sentidos exteriores

su operación, quedando a luz más cierta

el mundo iluminado, y yo despierta.


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