Aguas de Março - Elis Regina
viernes, 27 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
La realidad la puedes besar.
Podría en mi imaginación acostarme en el pasto de Brasil pero prefiero mil veces acostarme en el pasto de las áreas verdes de mi unidad habitacional y que me me piquen los mosquitos y olerlo y sentirlo.
Grata sensación es vivirlo todo tan real con colores tan vivos, cada día que pueda, besarle los labios cuantas veces quiera, en lo íntimo en lo publico pasearme con él de la mano, fantasear con él y luego llevar la fantasía a la realidad.
Es la sensación de que puedo hacerlo, lo estoy haciendo en este momento, esto es real y lo estoy viviendo, lo estoy sintiendo y no es que vaya a despertar del sueño en algún momento porque esto está pasando realmente y no soy una espectadora soy parte de la historia con todo y los balazos sangrientos, está respirando, está latiendo, está sintiendo y yo formo parte de ello.
miércoles, 2 de octubre de 2013
domingo, 8 de septiembre de 2013
martes, 27 de agosto de 2013
EL TORBELLINO
"»Espíritu que naufraga
en medio de un torbellino,
porque manda mi destino
que lo que no quiero haga;
»frente al empuje brutal
de mi terrible pasión,
le pregunto a mi razón
dónde están el bien y el mal;
»quién se equivoca, quién yerra;
la conciencia, que me grita:
¡Resiste!, llena de cuita,
o el titán que me echa en tierra.
»Si no es mío el movimiento
gigante que me ha vencido,
¿por qué, después de caído,
me acosa el remordimiento?
»La peña que fue de cuajo
arrancada y que se abisma,
no se pregunta a sí misma
por qué cayó tan abajo;
»mientras que yo, ¡miserable!,
si combato, soy vencido,
y si caigo, ya caído
aún me encuentro culpable,
»¡y en el fondo de mi mal,
ni el triste consuelo siento
de que mi derrumbamiento
fue necesario y fatal!»
Así, lleno de ansiedad
un hermano me decía,
y yo le oí con piedad,
pensando en la vanidad
de toda filosofía...,
y clamé, después de oír
«¡Oh, mi sabio no saber,
mi elocuente no argüir,
mi regalado sufrir,
mi ganancioso perder!»"
en medio de un torbellino,
porque manda mi destino
que lo que no quiero haga;
»frente al empuje brutal
de mi terrible pasión,
le pregunto a mi razón
dónde están el bien y el mal;
»quién se equivoca, quién yerra;
la conciencia, que me grita:
¡Resiste!, llena de cuita,
o el titán que me echa en tierra.
»Si no es mío el movimiento
gigante que me ha vencido,
¿por qué, después de caído,
me acosa el remordimiento?
»La peña que fue de cuajo
arrancada y que se abisma,
no se pregunta a sí misma
por qué cayó tan abajo;
»mientras que yo, ¡miserable!,
si combato, soy vencido,
y si caigo, ya caído
aún me encuentro culpable,
»¡y en el fondo de mi mal,
ni el triste consuelo siento
de que mi derrumbamiento
fue necesario y fatal!»
Así, lleno de ansiedad
un hermano me decía,
y yo le oí con piedad,
pensando en la vanidad
de toda filosofía...,
y clamé, después de oír
«¡Oh, mi sabio no saber,
mi elocuente no argüir,
mi regalado sufrir,
mi ganancioso perder!»"
AMADO NERVO
SI UNA ESPINA ME HIERE.
"¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
...pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,
esquívase en silencio mi planta, y se encamina hacia más puro
ambiente de amor y caridad.
¿Rencores? ¡De qué sirven! ¿Qué logran los rencores?
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores:
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,
se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
¡será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocado en flor de paz!"
AMADO NERVO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)